domingo, 30 de enero de 2011

ALEA JACTA EST


ALEA JACTA EST. Sí, la suerte está echada. El viernes 28 terminó el plazo de presentación de enmiendas al decreto 6/2010. Se han presentado un total de 159 enmiendas, 32 el Psoe, 42 el PP y 85 IU.

La reconversión del decreto-ley 5/2010 en decreto 6/2010 y su discusión en el Parlamento Andaluz no es más que una forma de intentar adecentar y darle carácter democrático a un hecho consumado, impositivo y dictatorial como era el decreto-ley 5/2010, ante el clamor inesperado de los empleados públicos que se han rebelado sorpresivamente para el Gobierno andaluz ante la arbitrariedad que suponía el articulado como decreto-ley de la reforma de la función pública.

Pero esto no es más que un lavado de cara, un acto de cara a la galería. De antemano se sabe cual va a ser el resultado del debate parlamentario del 16 de febrero, habida cuenta de que el  PSOE ostenta la mayoría absoluta.

Todo esto no es más que un mero paripé y un movimiento estratégico, donde todas las formaciones políticas pretenden ganar algo: el PSOE, acallando a los sindicatos UGT y CCOO, que no son mayoritarios en el colectivo que se ve afectado e intentando darle un tinte de equidad democrática al proceso. IU también ha sopesado sus intereses y está barajando la posibilidad de ser el partido de apoyo al PSOE en el caso de que el PP no obtenga la mayoría absoluta en las próximas elecciones andaluzas (dejo a voluntad del lector la elección del calificativo que merece este comportamiento). El PP pretende recoger réditos electorales pero sin mojarse, sin hacer NADA, también está indefinido, sino ¿como se explica que pusiera recursos contra el decreto-ley 5/2010 y no lo haya hecho con el decreto 6/2010 que lo calca?, ellos sabrán lo que están haciendo, pero cuando alguien quiere ganar algo, tiene que dar algo a cambio. Esperan recoger los votos de los Empleados Públicos y sus allegados y están disfrutando con el desgaste político que esta insensatez le está costando al PSOE, pero no están haciendo nada por sus votantes en potencia.

En definitiva, todos están mirando sus intereses partidistas y nadie tiene en cuenta los intereses generales, que es lo que se espera de un Gobierno, la defensa de los intereses generales de aquellos que lo eligen. El PSOE, lleno de soberbia no quiere reconocer su tremendo error y dar marcha atrás, y los demás a rentabilizar esta tremenda barbaridad.
Es por todos conocido que el trámite parlamentario del día 16 no es más que el acto de legitimar una aberración. Teniendo el PSOE mayoría absoluta en el Parlamento Andaluz, ¿Cual será el resultado de la votación? ¿Qué enmiendas se aprobarán?. De modo que no me vengan con pamplinadas ninguno de los partidos implicados. El PP presenta 42 enmiendas ¿para qué?, ¿de qué sirve pedir la derogación?, ¿por qué no ha presentado ningún recurso?. Lo mismo se puede aplicar a IU.

El único interés que tiene el debate del día 16 es ver qué concesiones y a quién está dispuesto a hacer el PSOE.

A pesar de todo lo anterior, los empleados públicos no deben de aflojar en la presión que está ejerciendo sobre el ejecutivo andaluz con sus pitadas, sus demandas, manifestaciones y movilizaciones. Allí dónde vaya un miembro del gobierno, debe de haber una vuvuzela sonando, junto a él o a lo lejos, pero sonando. Nos la van a meter doblada, pero por lo menos, que les escueza.

Es admirable ver como los compañeros de Córdoba no dejan pasar ni una y  todo miembro del gobierno que va por Córdoba se lleva su pitada. No menos admirables son los compañeros de Cádiz que no cejan en su empeño ni bajo un diluvio.