Pero a juzgar por el inmenso despliegue policial para tan peligrosos enemigos armados hasta los dientes con sus camisetas y vuvuzelas, sospechamos que ya se lo temían, ¿como lo habrán averiguado con lo torpes que son?
¡pues así seguiremos, luchando contra la privatización, las agencias, la endogamia, el nepotismo y el despilfarro!